El pensamiento de Julián Marías Presentación y cierre "Mariano Grondona" Disco LP 1 Año 1970 Contenido: 1ª Conferencia pronunciada por Julian Marias el 3 de Junio de 1970, por TELEONCE. Buenos Aires 4ª Conferencia pronunciada por Julian Marias el 24 de Junio de 1970, por TELEONCE. Buenos Aires El gran pensador español visitó Buenos Aires en Junio de 1970 y dictó un ciclo de conferencias que conmovieron a todo el país. Cuatro de ellas fueron transmitidas por TELEONCE, LS84 TV Canal 11, llegando así al gran público, hecho imagen y voz, el pensamiento vivo del maestro. Esta grabación es un homenaje a Julián Marías, que TELEONCE entrega a sus amigos como saludo y mensaje augural. Las palabras de Julián Marías son precedidas por un exordio de Mariano Grondona a quien también se deben los párrafos que reproducimos a continuación, definidores de la clara orientación filosófica del maestro. Estamos en presencia de la filosofía cuando se reúnen tres elementos: una idea general sobre el destino del hombre, una audiencia dispuesta a escucharla y un acto de comunicación capaz de transmitirla. Filosofía no es pensar o hablar sobre cuestiones especificas, sobre temas difíciles , acerca de verdades ocultas. Filosofía es abordar los grandes problemas que interesan a todos los hombres: el sentido de la vida, la significación de la realidad, el rumbo de la historia. La filosofía, por otra parte, supone lectores, espectadores: gente disponible para escuchar precisamente porque se les habla sobre aquello que, al margen de sus ocupaciones o sus estudios, les interesa como seres humanos. Hacer filosofía, en fin, es comunicar a otros lo que pensamos sobre el destino del hombre. La filosofía no se agota en la meditación interior ni en la intuición solitaria. Si no hay comunicación, no hay filosofía. Si lo que he pensado sobre el hombre no es interesante para los demás, en ultima instancia tampoco es interesante para mi. A la escuela de Ortega y Gasset, que tiene hoy en Julián Marías a su principal representante, le debemos el reconocimiento de que, en un mundo cuadriculado por la especialización y dividido en mil provincias del saber, haya sabido mantenerse leal a estos imperativos de la filosofía. Que haya sabido huir del idioma cifrado que otros usan por confundir ciencia-saber especializado, con filosofía-saber común, general, humano o, a veces, por creer que la dificultad de las palabras demuestra la profundidad del pensamiento. El verdadero filósofo es sencillo. Sus palabras, inteligibles. Los pedantes lo acusan de su superficialidad precisamente porque, con su abrumadora naturalidad, los deja al descubierto. Allí donde escuchemos explicar las verdades más profundas con la máxima simplicidad, allí hay un filósofo. Y este es, sin ninguna duda, el caso de Julián Marías. MARIANO GRONDONA